domingo, 22 de mayo de 2016

Laguna de la Nava

La Laguna de la nava se encuentra al sur-oeste de la provincia de Palencia. Tiene una superficie de unos 2.500 Ha y en años lluviosos puede


llegar a alcanzar los 5.000 Ha.
Posee una extensión de 307 hectáreas, dividida en dos partes iguales, separadas por la carretera que une Mazariegos con Fuentes de Nava y con distinto régimen de uso. Una de las mitades se destina exclusivamente a conservación principalmente de aves y la otra se aprovecha conjuntamente con el pastoreo ejercido por los ganaderos de Fuentes de Nava.
En la laguna se introduce agua del canal de Castilla debido a su carácter artificial tratando así de imitar el ciclo natural de la laguna que se divide en tres etapas:
1. De Octubre a Marzo: Inundación de la laguna coincidiendo con la llegada de miles de gansos y patos a invernar e inicio de la migración prenupcial.

2. De abril a Junio: se mantienen niveles elevados de agua. Es la época de los pasos migratorios primaverales y de parte de la cría. La Nava se llena de flora.

3. De Julio a Septiembre: la Nava se va secando. Finaliza la cría y se produce el paso migratorio otoñal.
En relación a la fauna podemos encontrar una gran diversidad de aves, sobre todo acuáticas. La oca (anser anser) es una de las especies que más aparece en la laguna llegando a tener una gran importancia internacional con concentraciones de hasta 12.000 ejemplares. Otras especies que puedes ver en la laguna son la avutarda común, la malvasía cabeciblanca, la cigüeña negra…
En cuanto a la flora hay especies raras y en peligro de extinción como la Chara oedophylla, acuáticos como la zannichellia obstusifolia, o la Botumus umbelatus una especie emergente.

En cuanto a la problemática de la laguna hay que resaltar la acumulación de la materia orgánica que ralentiza e impide la instalación de la vegetación subacuática. El exceso de materia orgánica tarda en degradarse impidiendo que las plántulas enraícen y  provoca el aumento de la eutrofia de las aguas.
Se ha establecido un plan de conservación para regular y eliminar la materia orgánica y controlar las comunidades vegetales que año tras año se acumulan. Para ello la consejería de Medio Ambiente realiza un control periódico por quema, siega.

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